1,2, 3...

Todavia huele a pintura fresca, sigo acomodando aquí y allá, pero ya siento que esta es mi guarida... Se parece más a mi (o yo más a ella, lo mismo da :p)... No hay muebles, quien quiera pasar se sentará en el suelo, eso si: cojines y mantas tengo de sobra... Te confieso que muchas veces pensé, que mis pies de madera se habían quedado clavados del suelo, que por más que me estirara y los tendones amenazaran con romperse, ir tras los pajaritos azules de mi cabeza era un no comenzado (pero aún así) caso pérdido... Pero me equivoqué (como casi siempre) y que fortuna... Mis alitas desplumadas entre vientos tempestuosos y subidas de marea, se hicieron de goma, optando desde entonces a dejarse llevar... Viendo un cielo fabuloso tras las nubes de tormenta... Esos truenos, eran tan sólo una señal del necesario/imprescindible/indispensable DES-PEGUE... No hay nada que lamentar, solamente continuar RE-PARANDO :)